Autor: Andrea Golden
Género: histórica, romance
Páginas: 256
Saga: No
Los secretos de la historia de Alicia, una anciana de noventa años que vive en Charleston (Estados Unidos) junto a su nieta Caly, saldrán a la luz... Tendrá que testificar en el último gran juicio que se celebrará en Bruselas dentro de un mes, en el que se juzgará a Elena por crímenes contra la humanidad. Lo que la anciana confesará en ese juicio nos trasladará a la inhumana existencia de una judía en tiempos de guerra y la lucha por subsistir aferrándose a cualquier circunstancia que la mantuviera con vida. ''Estaba dispuesta a sobrevivir a cualquier precio''. En el presente, Caly, la nieta de Alicia, se ve de pronto atrapada entre la obligación de su abuela de testificar, y la atracción que surge inesperada por un hombre que cambiará su insípida vida.
El libro nos cuenta la historia de Alicia, cuya tranquila vida en una residencia de ancianos cambia cuando la reclaman para testificar en un importante juicio sobre temas que ella creía olvidados. Alicia y su nieta Caly cruzarán el charco y, mientras la anciana desvela partes privadas de su vida, Caly se dará cuenta de que no conoce en absoluto a su querida abuela. Alicia, a pesar de estar en el ocaso de su vida, testifica no solo para que se sepa la verdad de lo que sufrió en un campo de concentración también para dar a conocer su versión de la historia de la acusada, Elisa, una mujer que conoció mientras estaba prisionera. El artífice de que Alicia testifique es el hijo de la propia Elisa, que quiere dar a conocer la verdad sobre la vida de su madre a toda costa.
Lo primero que me interesó del libro fue la ilustración de la portada con una mezcla tan singular de imágenes. He de reconocer que siempre me han atraído los libros que giran en torno a la Segunda Guerra Mundial y sobre todo el papel de las mujeres en esa época. En este caso concreto la historia se centra en los personajes de Elisa y Alicia, dos mujeres inteligentes y talentosas que sobresalieron en un mundo donde las mujeres eran ninguneadas y maltratadas. Por un lado Alicia se enfrenta a una persecución por ser mujer y además ser judía, y a pesar de todo se mantiene firme y decide nunca rendirse ante nadie. Y por otro lado Elisa intenta mantener su integridad como persona mientras cumple con los deberes que le exigen por ser el ejemplo de la perfecta mujer nazi. También tengo decir que la autora ha conseguido que sintiera empatía con todos los personajes conforme avanza el libro y se desarrollan la trama y las subtramas. Otro aspecto que quiero destacar es el uso de la música como hilo conductor a lo largo del libro, sobre todo en los momentos más duros cuando nos narra las condiciones de los judíos en los campos. Con todo y con esto tengo que decir que lo único que no me ha gustado es que a pesar de tener personajes femeninos muy potentes, vemos como Caly es salvada más por la intervención de Gael en su vida (al estilo príncipe de cuento) que como resultado de aprender de las vivencias de su abuela, una mujer que progresó por sí misma.
El libro pasará del presente al pasado en cada capítulo conforme asistimos al juicio y nos enfrascamos en los recuerdos de Alicia. Todo comenzará con la vida de una joven Alicia y que circunstancias la llevan a terminar en el campo de concentración de Elisa. Gracias a su testimonio conocemos a la verdadera Elisa y la realidad de lo que hacia en el campo de concentración, pero también descubrimos los secretos más personales de ambas mujeres. Caly comparte con su abuela un don por la música, siendo ella una saxofonista que toca en un club en Charleston. Su personaje sufre de alcoholismo aunque lo niegue y su adicción se verá agravada por los sorprendentes sucesos que narra su abuela, la persona que la ha criado. La persona que la ayudará durante el juicio ha reponerse será Gael, hijo de Elisa, que en un principio la ayuda por simpatía hacia la anciana y más tarde porque desarrolla un cierto sentimiento hacia Caly. El personaje de Gael se presenta como un escritor de éxito que quiere a toda costa limpiar el nombre de su madre y, mientras dura el juicio está redactando una novela sobre su madre con las historias que ella le contó.
En resumen, un libro corto pero intenso que nos enseña una parte oscura de la historia de la humanidad, la peor versión del ser humano y la lucha porque la justicia prevalezca. Os recomiendo que le deis una oportunidad y disfrutareis la historia de amistad y amor entre una joven violinista judía y una pianista nazi. Por último, os dejo mi frase favorita del libro: «Mi orgullo, ese sería siempre el peor de mis aliados».
Se despide de vosotros la cerecita literaria.
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